La paciencia tiene un límite, incluso en el mundo árabe. Al menos eso es lo que se desprende de la sucesión de protestas que irrumpen paulatinamente en los países de la zona, después de que el clamor popular tomara las calles de Egipto.
Siria, Jordania y Arabia Saudí son algunos de los países que figuran en una lista de países afectados por la onda expansiva desatada por los jóvenes egipcios y tunecinos. Cuál será la próxima ficha víctima del efecto dominó o qué régimen o dinastía acabará por caer son las grandes preguntas omnipresentes estos días en las calles del mundo árabe. Mientras, la Red también se contagia del entusiasmo revolucionario.
En Ammán, la capital jordana, unas 3.000 personas se manifestaron para pedir elecciones libres y la bajada del precio de los alimentos básicos.