Al presidente Chávez le ha dolido mucho que, desde un tiempo para acá, sobre todo desde que él ha venido quitándose la máscara, poco a poco, en una danza
política macabra, la sociedad venezolana y la comunidad internacional, le han adjudicado el remoquete de “dictador”.
En cada alocución que dirige a sus acólitos, trata de demostrar que él no es un dictador, pero incluso, para decir que no lo es, encadena a todos los medios radioeléctricos del país, para que todo el mundo, quiera o no quiera, escuche una sola voz y una sola línea de pensamiento, que es una de las características de las dictaduras.
Yo suelo decir que si un animal tiene cresta de gallo, canta como un gallo, tiene patas de gallo, plumas de gallo y pico de gallo, no hay duda, es un gallo.
Veamos algunas de las principales características de las dictaduras más férreas que ha vivido la humanidad, en la vida de sus protagonistas, por ejemplo, podemos mencionar a Joseph Stalin en la URSS, de Izquierda (1878-1953); Rafael Leonidas Trujillo, República Dominicana, de Derecha (1891-1961); Augusto Pinochet en Chile, de Derecha (1915-2006); Mao Tse-Tung en China, de Izquierda (1893-1976); Fidel Castro Russ, Cuba, de Izquierda (1926); Adolf Hitler en Alemania, de Derecha (1889-1945). --Control total de los poderes del Estado
Chávez controla todos los poderes del Estado. En Venezuela no hay independencia de poderes. Lo mismo es la CSJ que la Fuerza Armada Nacional o la Procuraduría General de la República, todos obedecen órdenes y el que ose salirse del carril, le sucede lo que a la jueza Afiuni. Piensen en Pdvsa, el Banco Central, las industrias básicas del país, todo está en sus manos.
--Culto a la personalidad
¡Cuánto le gusta a los dictadores que le besen los pies, que los adulen, que los aplaudan, que se arrodillen ante su presencia! Los que han tenido el privilegio de viajar a Estados Unidos o Europa, podrán haber notado que en ningún lugar, o en muy pocos lugares se levantan gigantografías con las fotos de los presidentes o primeros ministros de esas repúblicas. En las dictaduras el dictador es un producto bien comercializado, con las más vulgares técnicas de masas de propaganda del capitalismo. Los nombres rimbombantes Stalin (Acero), Fürer (el Jefe), El Benemérito, Comandante Presidente.
--Privilegios desmedidos a la Fuerza Armada
Un dictador es UNA PERSONA y como tal, sin el apoyo del aparato armado del país, sería tan inofensivo como cualquier otro ciudadano, pero la diferencia estriba en el clientelismo (con dinero del Estado y por medio de leyes) a los mandos militares para granjear el apoyo incondicional a su proyecto ideológico. Si todos los militares de Chávez (ministros y funcionarios) utilizaran sus uniformes en sus cargos, nos impresionarían bastante. Existe un aparato represivo alrededor de cada dictador. En Venezuela se habla del G2 cubano y de los Guardianes de la Revolución de Irán, como muy cercanos a sus anillos de seguridad.
--Cuerpos paramilitares a sus órdenes
Como no confían en nadie, siempre los dictadores tienen cuerpos de seguridad a sus exclusivas órdenes y que muchas veces degeneran en cuerpos represivos cuya existencia se debe a preservarle la existencia política al dictador. En Venezuela se recuerda con amargura la Seguridad Nacional, aparato represivo del último dictador, Pérez Jiménez. Es público y notorio que el cuerpo paramilitar llamado Las Milicias Bolivarianas, están al mando exclusivo de Chávez, ni siquiera del Comandante General del Ejército.
--El control de la población a través del miedo
En las dictaduras nadie ni nada está seguro, y no es que el dictador no sepa qué hacer, sino que ese es el programa, para desestabilizar mentalmente a la resistencia al régimen lo mismo que a los acólitos; pero en todas las dictaduras, aún en las más férreas, siempre existe el germen de la libertad y, al final, pase el tiempo que pase, es la semilla que triunfa, muchas veces a pesar de la sangre de muchos mártires. Hoy en Venezuela nada está seguro, ni el que tiene dos casas, ni el que alquila un inmueble, ni el que tiene un negocio propio, ni el que tiene un fundo, ni el que tiene una industria, si siquiera el que tiene un pedazo de tierra de 20x20 metros cuadrados.
--El monopolio de la economía por el Estado
Esto sucede tanto en las dictaduras de derecha como de izquierda porque el concepto que subyace es que el dictador es la personificación del Estado, quien todo lo sabe, todo lo toma, todo lo manipula y todo lo decide. El dictador pretende conocer todas las ciencias y de todas las áreas, por eso vemos como Chávez lo mismo habla del petróleo, como del café, o de la industria inmobiliaria o del pescado. No es que sepa de eso, sino que cree saber de todo. Es parte de la megalomanía de todos los dictadores. Es lo que bien un escritor llamó "el delirio del poder".
--Muchos de los dictadores han sido militares
Eran militares Stalin, Trujillo, Pinochet, Hitler, Pérez Jiménez, Juan Vicente Gómez, los humúnculos que gobernaron a Argentina durante mucho tiempo y tantos otros más. Los dictadores que han sido de Izquierda, todos han sido Marxistas Leninistas o Castro Comunistas, como Chávez. El problema con los militares es que tienen una visión muy reducida del mundo y piensan que todo se puede resolver con el verticalismo y la uniformidad de pensamiento en la toma de decisiones, como en el cuartel. Los dictadores de Derecha han detestado el comunismo y sustentado el capitalismo como práctica.
--La persecución de los enemigos políticos
Con el propósito de instaurar un pensamiento único, los dictadores terminan acabando con toda sombra de disensión. Los enemigos políticos terminan o presos, o exiliados y en el peor de los casos muertos. Pero en todo caso silenciados. No hay cavida para la diversidad en la mente de un dictador, por eso, una dictadura es contraproducente a una democracia, porque los dos sistemas se repelen.
--El control total de los medios de comunicación
Ninguna dictadura como ésta, la de Chávez, ha utilizado de manera aberrante el control sobre los medios de comunicación social, para constituirlos en mecanismos de burda propaganda. Son pocos los medios que todavía existen en Venezuela y que todavía no han sido silenciados, ya sea por la autocensura o por la aplicación de leyes espurias. Un alto porcentaje de los medios en el país tienen que comulgar con la ideología imperante, si quieren sobrevivir. Los dictadores son alérgicos a las ideas de democracia, libertad política, propiedad privada, libre empresa y todos esos privilegios que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, vigente desde 1999.
Hay muchas más caracaterísticas de otras dictaduras que han sido escritas en la historia con sangre de muchos mártires. Para terminar quiero decir que siempre estas dictaduras han tenido sus padrinos mayores que las han apoyado y financiado, porque política y económicamente les han convenido en un momento dado, llámense los Estados Unidos, que apoyaron a Noriega y a Pinochet hasta que les fueron útiles o la URSS que apoyó a Cuba y a otros países de Europa del Este.
Algunos me dirán que no tiene comparación la Alemania Nazi con Venezuela, por ejemplo, y es verdad, pero recordemos que ninguna dictadura nació torcida. Todos los dictadores fueron jugando con las normas democráticas que tenían a la mano, como ha hecho Chávez, hasta que el serrucho se tranca y es entonces cuando comienzan a utilizar los atajos de las leyes, como ha hecho Chávez con las leyes que en referéndum los venezolanos negamos en 1987 y él las metió de todos modos utilizando zancadillas y subterfugios jurídicos.
Después... después de este estadio, que es en el cual estamos en Venezuela, el dictador tiene sólo dos opciones: pensar bien el curso de la historia y abrirse al juego democrático de la Constitución Nacional de 1999 o negar todo y arremeter con violencia contra lo que queda de la institucionalidad democrática, sin guardar apariencias ante el mundo internacional y perpetuarse en el poder.
Los venzolanos fuimos engañados en nuestra buena fe cuando elegimos a Chávez Frías como presidente. Nosotros votamos por el programa de gobierno que él en su momento ofreció. Después torció sus objetivos y se declaró marxista, amigo de las Farc y todo ese cuento que todos ya conocen. Por eso considero que el gobierno del presidente Chávez no es legítimo, es un fraude a los electores.