domingo, 21 de enero de 2007
Han pasado algunos meses desde nuestra última publicación aquí en este blog, dos meses para ser preciso, y muchas cosas han cambiado, no sólo en mi país, sino también en mi entorno. Ahora estoy en Europa, no obstante mi pasión por seguir adelante con ese apostolado irreductible de compromiso periodístico con la verdad, sigue incólume y en la medida de lo posible, mis lectores siempre encontrarán en este portal algún artículo para ocupar la mente.
La diferencia de antes y ahora, es que la experiencia que tendré en adelante de Venezuela, viviendo en España,será en cierto sentido, de segunda mano, aunque a decir verdad, con lo que viví este año que pasó, de mi estadía en Venezuela me basta y me sobra para hacer un diagnóstico político de mi país y del rumbo que tomará en los meses sucesivos en manos del castro-comunismo liderado por el actual autócrata presidente, Hugo Chávez Frías.
El gobierno comunista que tiene actualmente Venezuela y que ha tenido por estos últimos ocho años, no ha llegado al fondo de las transformaciones a donde la ideología los empujará y este año 2007, sin duda, acentuará esos mecanismos y los profundizará, pésele a quien le pese y gústele a quien le guste.
Este gobierno va rumbo al estatismo, política através de la cual el Gobierno se apropia de la mayoría de las empresas y, curioso es decirlo, ésta fue una de las causas de la disolución de la Unión Soviética y ha sido la principal causa por la cual Cuba, país-espejo del presidente como modelo económico y es risible decirlo, está sumida en la más profunda crisis de la cual, si no hay cambios en la política económica, no habrá desarrollo en este sentido.
A los venezolanos les advierto: no se cansen de sorprenderse, porque nuevas cosas habrá en el país, para mal de nuestra nación a largo plazo. Acuérdense que el presidente Chávez no está descubriendo el agua tibia, lo que él actualmente desarrolla en Venezuela, ha sido practicado en otros países comunistas que hoy ni siquiera existen porque fracasaron, porque no funciona, porque sencillamente el hombre quiere ser libre de hacer lo que quiera y de tener lo que quiera sin que nadie y menos el Estado lo censure o lo limite.
miércoles, 8 de noviembre de 2006
El hombre de los siete poderes
Asusta pensar en el hecho de que un solo hombre, quien es el presidente-candidato de
El cuarto poder, como lo llamó el Libertador Simón Bolívar, que es el poder de los medios de comunicación social, está siendo fortalecido si comulga con el presidente y combatido si se opone a la revolución chavista. El poder electoral, que es el Consejo Nacional Electoral, manejado también por personas identificadas abiertamente con el primer mandatario, no sólo la dirigencia nacional, sino a nivel de la presidencia en cada Estado.
El poder militar también está a la disposición del presidente-candidato, porque es el Comandante en Jefe de
El poder petrolero, PDVSA valga decir, está completamente controlada por el presidente-candidato después de la última huelga petrolera. El presidente dispone, sin rendir cuenta de ningún tipo, de todo el caudal económico que le entra al país por concepto de la venta de petróleo.
Si en un país considerado democrático no hay la separación de poderes, necesario para el desenvolvimiento justo y equitativo en la nación, entonces el poder ejecutivo arropa a las demás instancias que vienen quedando, sin vida independiente, como un apéndice de
Todo poder corrompe y por cuestiones de sana prudencia, éstos no deben de estar en manos de una sola persona, porque como humanos herramos y terminaremos por hacerle daño a todo ese conglomerado nacional que, por la razón que sea, no comparte los ideales del señor Presidente de
Este fenómeno no es nuevo en nuestro país, porque en lo que se llama
Un solo hombre no puede manejar todos los poderes en una nación donde hay tanto talento y donde, de derecho aunque no de hecho, existe separación de los poderes. Por el bien de la nación debe de existir algún ente que controle la ingerencia del Ejecutivo Nacional en otras instancias que no le compete.
jueves, 2 de noviembre de 2006
Desde que el emperador Constantino decidió hacer del Cristianismo una religión imperial, por allá por el año 313 D.C., no han faltado los gobernantes que, pretendiendo utilizar la religión para sus fines políticos, han tratado de mezclar conceptos para confundir y manipular a la población.
En los últimos años hemos estado escuchando en Venezuela algunas líneas de pensamiento que pretenden vincular al cristianismo con el socialismo político y citan, incluso pasajes del libro de los Hechos, en el Nuevo Testamento, para corroborar sus ideas de que el socialismo es bíblico y que fue una práctica en el Nuevo Testamento.
Es por esto que voy a aclarar el concepto bíblico de socialismo, basado en el libro de los hechos capítulo 2:43-47 que en síntesis dice que:
1.Todos los que habían creído estaban juntos.
2.Todos los que habían creído tenían en común todas las cosas.
3.Todos los que habían creído vendían sus propiedades y sus bienes.
4.Todos los que habían creído repartían sus bienes según las necesidades de los demás.
Aquí vemos que el socialismo de los primeros cristianos es un resultado de una conversión personal, de un cambio radical, de una experiencia religiosa y no una imposición ni del Estado ni de ninguna otra autoridad eclesiástica.
Los primeros cristianos tenían en común todas las cosas porque pertenecían a la familia de Dios y no porque pertenecieran a algún partido político o porque algún dirigente los hubiera conminado coercitivamente a través de leyes a vender sus propiedades y sus bienes y repartirlos con los pobres.
Los primeros cristianos se despojaban de sus propiedades voluntariamente, como un acto de amor al prójimo y no por algún dogmatismo político. El comunismo obliga a la población pudiente del país, por medio de leyes, a repartir sus propiedades con los más necesitados, pero de hecho el Estado que realiza este tipo de acciones está despojando a la ciudadanía pudiente de sus posesiones, pero no porque ellos voluntariamente las hayan cedido, como está sucediendo en Venezuela.
Como cristianos tenemos el deber de ser solidarios con los más necesitados, porque en eso sintetizó Jesucristo los Diez Mandamientos: Amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Pero el Estado no puede quebrantar el derecho legítimo a la propiedad, porque este derecho es inherente a la misma naturaleza humana. El sentido de propiedad y de territorialidad existe hasta en los animales inferiores. Como cristianos, si es posible despojarnos de nuestra propia ropa para vestir a otro, lo debemos de hacer, por amor, pero no por coerción ni por imposición de ninguna índole.
Hacia el marxismo-leninismo del siglo XVIII
Recuerdo haber escuchado decir al presidente-candidato una vez, desde la Universidad de La Habana, que Venezuela navegaba hacia el mismo mar de felicidad de Cuba. Eso me sorprendió en su momento, porque una cosa es decir algo por desconocimiento de los hechos y otra es decirlo a pesar del conocimiento de los hechos, solamente por convicciones ideológicas, porque sabido es de todos los que se han interesado en conocer sobre la realidad real de Cuba, que:
--En Cuba existe una tiranía que va rumbo a sus 50 años.
--En Cuba no existe alternabilidad de poderes.
--En Cuba el Estado es el dueño soberano y modelador de la ciudadanía.
--En Cuba no existe libertad de expresión ni de información.
--En Cuba existe hambre en el sentido más literal de lo que esta palabra pueda implicar.
--En Cuba no existe sino el partido que apoya al dictador y todos tienen que apoyarlo.
--En Cuba no existe la propiedad privada.
--En Cuba no existe el libre comercio.
--En Cuba existe una carencia de las cosas más elementales como de un jabón de tocador.
--En Cuba los únicos que viven bien son los afectos al régimen.
--En Cuba existe discriminación en contra de los mismos cubanos a favor del turismo.
No entiendo como en pleno siglo XXI, teniendo como espejo a Cuba, de la inoperancia del sistema comunista, habiendo sido testigos de la caída del muro de Berlín y de la disolución de la Unión Soviética, todavía haya personas, como el presiente-candidato, que estén pensando en resucitar a un muerto insepulto, como lo es el comunismo-leninismo, ese sistema no funciona, nunca funcionó y no funcionará.
Quiero salirle al paso a los que ya se estén diciendo a sí mismos que lo que propone el presidente es “El Socialismo del siglo XXI”, que esto no es más que un eufemismo, un juego de palabra, para que no suene tan duro en los oídos de los venezolanos la palabra comunismo y, en la primera fase del proyecto, se ha comenzado por dorar la píldora diciendo que lo que se pretende construir es un socialismo moderno, pero los rastros que va dejando el proyecto del presidente en la legislación que últimamente se ha aprobado en la Asamblea Nacional, es un camino hacia el comunismo, al estilo cubano.
La última curva que lanzó, antes de comenzar a hablar del amor y a pedir el voto por amor, fue decir que estaba trabajando en la consecución de un solo partido político y eso lo veremos a partir de enero, si los votos lo favorecen. El presidente se da cuenta de que hay muchas personas que militan en otros partidos que lo han apoyado y que legítimamente tienen aspiraciones presidenciales y, antes de que comiencen a asomar las intenciones, quiere cerrarles el paso, porque aquí en Venezuela, mientras Hugo Chávez Frías esté en el poder, no hay oportunidad para nadie, porque él piensa que el único que puede gobernar al país es él y nadie más que él.
martes, 17 de octubre de 2006
A los venezolanos nos ha extrañado mucho que el señor presidente de la República, Hugo Chávez Frías, de un momento a otro cambió su discurso de odio, de confrontación y de violen
cia, por uno de amor y paz, a escaso mes y medio de las elecciones del 03 de diciembre. El tono del presidente-candidato es suave, conciliador, como humano.Incluso el color rojo, emblema del partido comunista en todo el mundo através de la historia, ha sido suavizado con un azul cielo, tanto en su indumentaria diaria como en la simbología que se utiliza en las concentraciones de la campaña y nada de eso es gratuito, todo es intencional y tiene sus propósitos explícitos.
La lectura que a primera vista podemos hacer de este cambio de estrategia electoral, es pensar que las encuestas han bajado y los consejeros del presidente le han dicho que es necesario cambiar el discurso y la apariencia y en consecuencia aparentar paz y amor, cuando la población venezolana sabe que ningunas de esas dos cualidades son propias del señor Presidente.
El señor Presidente ha sembrado el odio, la disención y la división entre los venezolanos. La campaña pasa y con ella las promesas tiradas al lago de los incautos para pescar votos, pero después del tres de diciembre, no habrá vuelta atrás y la suerte estará echada, de modo que, como venezolanos los insto que piensen y repiensen sobre la decisión electoral que hayan de realizar, hay que votar, pero hay que votar correctamente.
De entrada queremos aclarar que en lo personal, los venezolanos no tenemos nada en contra de los cubanos, q
uienes son vecinos caribeños, hispanoparlantes y muchos de ellos son personas muy tratables y, valga decir, muy trabajadores y emprendedores.El problema se presenta cuando, por asuntos meramente ideológicos y políticos, se ha comercializado con los cubanos de la Isla, y el régimen ha vendido su fuerza de trabajo, como se vende un trabajador en el mercado laboral, la diferencia es que los cheques del intercambio los recibe el gobierno cubano y no los médicos, deportistas, policías, detectives y quizás cuantos otros especímenes del régimen castro-comunista.
Como venezolanos, así como nos oponemos contundentemente a la ingerencia de los Estados Unidos en nuestros asuntos internos y a que desde Washington se manejen las políticas de nuestra nación, también nos oponemos a que desde La Habana se manejen los asuntos de Venezuela, llegando hasta el extremo de que el presidente Chávez ha confiado su seguridad en las manos de los cubanos y no de los militares venezolanos.
Creemos en la libre determinación de los pueblos, un lema bastante cacareado por el presidente Chávez, pero que lo vulnera cuando, como jefe de Estado, somete a la nación a tratados, convenios y pactos con países que, aunque comparten la ideología marxista-leninista, nos exponen a un rumbo político que nosotros como ciudadanos no hemos escogido.
Como país libre, creemos en el intercambio mutuo entre naciones, siempre y cuando se respeten los intereses nacionales, cosa que con Cuba no está pasando, como no pasaba con los Estados Unidos y ambas posiciones son nocivas para Venezuela. Como venezolano no apoyo la cubanización de Venezuela, aunque respeto a los cubanos como seres humanos.
viernes, 13 de octubre de 2006

Esta línea de pensamiento no es nueva en el acontecer político de nuestro país, ya que ha sido utilizada por muchas de las tantas personas que en diversas ocasiones han ocupado la primera magistratura nacional, desde dictadores militares, pasando por caudillos, siguiendo con políticos elegidos democráticamente en tiempos más recientes de nuestra vida política.
El peligro del discurso, repetido tantas veces por los diversos canales televisivos, que por obligación tienen que transmitir las arengas presidenciales, reside en que esa matriz termina formando una línea de opinión en la inmensa población de venezolanos, cuyos espectadores quedan completamente convencidos de que sí es verdad de que el actual presidente-candidato es imprescindible para el desarrollo de la nación.
Este mismo discurso ha llegado a muchas iglesias evangélicas, que han formado partido a favor del presidente, y han comenzado a defender la administración presidencial de Chávez diciendo que ha sido designado por el mismo Dios. Dicen también que todo lo que ha pasado en torno al presidente, ha sido designio divino. Es curioso que esto no se ha dicho nunca de las personas que han ocupado la primera magistratura nacional, por lo menos en los tiempos recientes de los cuales yo tenga memoria.
No obstante, ha sido este presidente quien ha echado a los misioneros norteamericanos de la Misión Nuevas Tribus, quienes invirtieron en el país varias décadas, traduciendo la Biblia a muchas de las lenguas aborígenes de la nación y ha sido este mismo presidente quien ha ordenado la evacuación de otros misioneros Mormones, y la Iglesia Evangélica, ha callado, como lo hizo la Iglesia Católica cuando Hitler. asesinaba a millones de judíos en Europa.
En Venezuela nadie es indispensable para llevar adelante la nación. Así como, en su debido momento, se han levantado líderes y han capeado las diversas circunstancias políticas, cuando sea necesario, esas personas se levantarán y harán la labor que la nación necesita de sus hijos. Es un servicio a la nación, porque el presidente de un país, en lugar de querer perpetuarse en el poder y de pretenderse indispensable, es un simple servidor público quien, conjuntamente con los demás servidores de la nación y por mandato del pueblo, debe supeditarse a la alternabilidad del poder y poner su granito de arena en el momento que le tocó gobernar.
jueves, 5 de octubre de 2006
Mucho se habla en nuestro país de que la administración, que ya lleva siete año
miércoles, 12 de julio de 2000
Venezuela como espejo de un gobierno comunista en Chile
Tenemos que
entender qué pasó en Venezuela para que Hugo
Chávez asumiera
el poder, para prevenir lo que
pudiera pasar en
Chile, si llegara a instaurarse
un gobierno
comunista
Ante el avance de la
candidata del Partido Comunista de Chile, Jeannette Jara, a la presidencia de
la República de Chile y la repartición de los votos de la Derecha, que
participa con varios candidatos, el escenario que se presenta es una posible e
inédita victoria de una candidata abiertamente comunista por las vías
democráticas.
Este texto tiene la
intención de advertir a los chilenos a través de lo que sucedió en Venezuela a
partir del intento de golpe de Hugo Chávez en 1992 y de la participación del
Régimen Comunista de Cuba en las estrategias de “marketing” del candidato Hugo
Chávez.
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Lo primero que hay que
decir es que Hugo Rafael Chávez Frías no llegó solo al poder. Básicamente las
instituciones que existían para la defensa del Estado, no cumplieron con su
deber y algunas personas, como el Ministro de la Defensa de ese entonces, el General
de División Iván Darío Jiménez Sánchez, tampoco cumplió con el sagrado deber de
salvaguardar a la Fuerza Armada venezolana del proselitismo político, porque el
teniente coronel Hugo Chávez Frías había estado haciendo proselitismo político
dentro de los cuarteles mucho antes del fallido golpe de Estado contra Carlos
Andrés Pérez en 1992.
Si las instituciones
del Estado hubieran cumplido con sus funciones, no hubiera sido posible la
insurrección militar de 1992, comandada por el mismo teniente coronel Hugo
Chávez desde el Cuartel de la Montaña, ubicado en un cerro que bordea el centro
de Caracas, a sólo cinco minutos del Palacio de Miraflores y desde donde se
observa el Palacio de Miraflores completamente a simple vista.
Después de la
insurrección militar, todos los cabecillas fueron apresados, incluyendo a
Chávez, pero –a mi parecer--, con demasiadas libertades y privilegios en la
cárcel de Ramo Verde, de tal manera que llegó a ser un sitio seguro para
continuar con la conspiración, cuyo objetivo era en principio la toma del poder
por la fuerza. En todo este proceso los organismos de inteligencia del Estado
jugaron un papel casi nulo. Si supieron lo que el grupo continuaba haciendo, lo
callaron en detrimento del sistema democrático del país que ya contaba con más
de 40 años.
RAFAEL CALDERA
ABSUELVE A
CHÁVEZ
Cuando Rafael Caldera
llega a la presidencia en el período 1994-1999, Chávez y su camarilla sólo
llevaban “presos” dos años y Caldera, para ganarse el apoyo político, otorgó el
sobreseimiento a Hugo Chávez el 27 de marzo de 1994, poniéndolo en libertad.
Como Rafael Caldera era
un demócrata probado, no causó sorpresa el sobreseimiento a Chávez y su
camarilla, lo que nunca se le perdonará es que, a juzgar por los resultados, no
hicieron ningún seguimiento a los pasos de Chávez y éste, siendo ya candidato
presidencial, para las elecciones de 1998, recibía asesoría de un equipo cubano
instalado en la Isla de Margarita, según confesó el General Antonio Rivero,
quien fue Director de Defensa Civil en el primer gobierno de Chávez.
Fue este equipo el que
pulió a Chávez sobre cómo camuflarse de demócrata y anticomunista, para engañar
al electorado venezolano. (Ver entrevista del periodista Jorge Ramos a Hugo
Chávez) donde niega todas las acusaciones de comunista y de estar en contra de
la propiedad privada y de las expropiaciones.
EL PAPEL DE LA
OLIGARQUÍA
(CASO DIEGO
CISNEROS)
Cuando la candidatura
de Hugo Chávez comenzó a subir como la espuma, algunos oligarcas de Caracas,
entre ellos Diego Cisneros, de ascendencia cubana y a cuya familia Fidel Castro
había expropiado algunas posesiones en 1959, pretendieron cortejarlo, ofreciéndole
no sólo entrevistas exclusivas en el Canal 4, la televisora de mayor prestigio
en Venezuela para el momento, sino también le pusieron a su disposición un jet
ejecutivo para que se desplazara para los actos de campaña por todo el país.
EL PAPEL DE LOS
MEDIOS
(EL NACIONAL Y
PANORAMA)
Algo parecido ocurrió
con el periódico de mayor circulación y de mayor prestigio en Venezuela, El
Nacional. Fue desde este periódico –creado por el fundador del Partido
Comunista de Venezuela, el escritor Miguel Otero Silva--, desde donde dieron a
Chávez el mayor impulso. Sin el apoyo de El Nacional Hugo Chávez no hubiera
podido ganar.
¿Cómo le pagó el
chavismo a El Nacional? Lo golpearon hasta hacerlo desaparecer literalmente,
porque cuando Miguel Otero Vizcarrondo, Director de El Nacional e hijo de
Miguel Otero Silva, despertó del letargo chavista y quiso recuperar una posición
contraria al chavismo, estos, específicamente Diosdado Cabello (segundo del
chavismo) lo demandó por una información y le quitó a El Nacional hasta la sede
en Caracas.
El tema de Panorama
(propiedad de los Belloso Chacín) y que se publicaba en Maracaibo, Occidente
del país, con una trayectoria de más de 100 años de circulación ininterrumpida
fue diferente.
Panorama, en principio
no apoyó a Chávez, ni en la campaña presidencial ni en los primeros años de
gobierno, por esta razón el chavismo no tenía el control político del Occidente
del país, la mayor zona petrolera del país.
Todo cambió cuando el
mismo Chávez negoció el apoyo con los Belloso y a cambio Panorama editaría
todos los panfletos que el chavismo y el gobierno imprimieran en el país;
además, y este era el mayor negocio que veían los Belloso, Chávez le permitiría
a Panorama importar papel periódico, a través del Puerto de Maracaibo, a precio
subsidiado por el gobierno nacional.
Cuando en Venezuela los
periódicos y revistas opositoras no tenían papel para imprimir sus diarios,
Panorama tenía galpones y galpones llenos de bobinas de papel provenientes de
Canadá. Prácticamente el papel periódico que llegaba a Venezuela era para
Panorama.
Cuando los Belloso
abrieron los ojos –tarde a mi juicio--, y quisieron retroceder en cuando al
apoyo al chavismo, esto le cerraron los grifos: No publicaron más propaganda en
sus talleres y no les permitieron importar más papel periódico barato. ¿Saben
lo que pasó? El periódico de los 100 años languideció y murió. Allí está
cerrado el periódico con las rotativas más modernas de Latinoamérica y un
edificio súper funcional y hermoso en el centro de Maracaibo.
VENEZUELA ES UN
ESPEJO PARA
CHILE
El caso Venezuela es un
espejo para Chile. A estas alturas, a pocos meses de celebrarse las elecciones
presidenciales del 2025, en algún lugar debería haber un equipo que esté
analizando el caso Venezuela para prevenir en Chile los fallos que se
cometieron a fin de evitar la irrupción de asesores comunistas cubanos o
cualquier otra ingerencia externa o argucia propagandística, como la narrativa
que la candidata del Partido Comunista de Chile ya ha echado a andar, al decir
que ella no es comunista sino de centro izquierda y haber pretendido o al menos
asomado la intención de “renunciar” al Partido Comunista.
Para terminar, quiero
contar una anécdota. Cuando Hugo Chávez era candidato yo vivía en Nueva York,
donde hay muchos cubanos. Ellos me decían que deberíamos tener cuidado con
Chávez porque era comunista. Yo respondía –como muchos venezolanos alrededor
del mundo--, que Chávez no era Fidel y que Venezuela no era Cuba (es decir, que
no era una isla). No obstante, miren lo que pasó y después de 25 años aferrados
al poder sigue pasando en Venezuela.
AJL-12JUL25