Venezuela vive hoy su mejor momento en la instauración de la institucionalidad democrática, con la instalación hoy 05 de enero de la nueva Asamblea Nacional con una proporción, que si es cierto que no es mayoría, son un buen número los diputados del Bloque Democrático.
He revisado la prensa nacional e internacional, así como algunos canales de televisión nacionales e internacionales y hay mucho escepticismo con respecto al futuro de la democracia en el país, sobre todo, después que la Asamblea Nacional anterior, mayoritaria chavista, aprobara todas las leyes que la población venezolana negara en 1987 en un referendo y de ñapa, como para ponerle la guindilla al pastel, le otorgó una Ley Habilitante al presidente por un año y medio.
Los ojos de toda la nación están puestos en estos 65 diputados, electos popularmente en un proceso nacional, directo y secreto el 26 de septiembre del 2010. También las esperanzas de un 52 por ciento de venezolanos, que votaron por ellos, están puestas en estas personas, a pesar que por triquiñuelas el gobierno, a través de los órganos de violencia institucionalizada --léase CSJ, Fiscalía General-- han tratado de impedir la juramentación de dos diputados más (Mazuco y Pilieri), porque en Venezuela no hay separación de poderes.
¿HABRÁ CAMBIOS?
La página de la BBC de londres en español, BBCMundo.com, se hace esta pregunta, bastante escéptica sobre el futuro democrático del país y yo quiero responderle que, nunca durante estos 11 años de gobierno del presidente Chávez la Democracia había tenido una oportunidad tan brillante para enrumbar al país, muy a pesar de las intenciones del presidente claramente autocráticas y de la anterior Asamblea Nacional, que hipotecó nuestro futuro político antes de dejar sus curules.
La presencia en la Asamblea Nacional, de un buen número de hombres y mujeres comprometidos con el proyecto de país que señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, ha cambiado el panorama político venezolano en 360 grados y eso, mirado con los ojos de unas elecciones presidenciales el próximo año, nos deja con la boca abierta al pensar en la posibilidad real de poner en la presidencia de la República a una persona demócrata y comprometida con esta Constitución y con el progreso de la nación, hoy con la mayor inflación en el mundo, con un aparato productivo venido abajo por las expropiaciones y con una tasa de desempleo altísima, a pesar de los números del gobierno. Todavía los venezolanos que vivimos en Venezuela seguimos teniendo un sueño del país posible y creemos que si Mahatma Gandhi logró independizar a la India del imperio británico; Martin Luther King logró liberar a los negros norteamericanos de la segregación y el racismo y Nelson Mandela logró libertar a Suráfrica de la imposición clasista de una minoría blanca, nosotros también podemos y estamos trabajando para liberar a Venezuela del comunismo, porque por nuestras venas corre la sangre del indio indómito y rebelde y sigue corriendo la sangre de nuestro Libertador Simón Bolívar, Padre de la Patria y no permitiremos que nos lleven a la prehistoria en brazos de una ideología gastada que no ha hecho sino empobrecer a los países donde, por la fuerza, se ha impuesto.