CASTO OCANDO
El Nuevo Herald
En medio de un polémico enfrentamiento con el presidente Alvaro Uribe por el estatus político de la guerrilla colombiana, el presidente Hugo Chávez abrió inesperadamente un nuevo frente que ofrece más argumentos a sus detractores: su confesión de que es un consumidor diario de la hoja de coca.
La revelación pasó casi desapercibida en una alocución de cuatro horas que Chávez pronunció el pasado 11 de enero ante la Asamblea Nacional, donde también estuvieron presentes diplomáticos extranjeros.
La afirmación vino pocos párrafos después de que, en su discurso, Chávez propusiera por primera vez que se reconociera la beligerancia de los grupos subversivos colombianos, de acuerdo a una transcripción disponible en el sitio oficial de la Asamblea Nacional de Venezuela.Con gestos teatrales para enfatizar sus palabras, Chávez afirmó que “yo mastico coca todos los días en la mañana”, y mostrando sus biceps a la audiencia parlamentaria, añadió: “y miren cómo estoy”.
El mandatario venezolano de 48 años, famoso por su abstinencia alcohólica, admitió que, así como Fidel “me manda helados Copelia y muchas otras cosas que me llegan frecuentemente de La Habana”, el presidente Evo Morales “me manda pasta de coca”.Y como para no dejar dudas sobre su gusto por la coca, puntualizó: “se las recomiendo”.
La afirmación está generando reacciones diversas, incluyendo comentarios satíricos en la prensa venezolana, pero también serias advertencias de analistas venezolanos y bolivianos, que ven en la afirmación de Chávez un acto de ilegalidad impropio de un jefe de Esatdo, y un respaldo peligroso a una sustancia controlada mundialmente, que es considerada un precursor de la cocaína por las Naciones Unidas.
La hoja de coca no solo está clasificada en la lista de los estupefacientes de maxima peligrosidad según la Convención de Viena de 1961, el ente regulador de las Naciones Unidas, sino que su consumo y distribución está prohibido internacionalmente fuera de Bolivia y Perú, e incluso por la legislación venezolana.
“Por fin sabemos a qué se debe tanto disparate mental, tanta pifia planetaria, tanta patinadera de chaveta: íes que el hombre desayuna arepas rellenas con coca!”, dijo en un artículo sarcástico publicado esta semana, la columnista venezolana Charito Rojas.
Según el politólogo Aníbal Romero, académico de la Universidad Metropolitana, el episodio de la Asamblea Nacional “es una anécdota, un síntoma más de que (el presidente Chávez) ha perdido por completo el sentido de los límites”.“Muestra que Chávez es un hombre desbocado, out of control”, subrayó Romero.
“Si afirmó que consume pasta de coca, está admitiendo que consume una sustancia ilegal tanto en Bolivia como en Venezuela”, dijo Hernán Maldonado, analista político boliviano radicado en Miami.“Y además, es una acusación (al presidente boliviano) Evo Morales de ser narcotraficante”, acotó Maldonado.
De acuerdo a la Ley 1008 de Bolivia, la exportación de pasta de coca es considerada una actividad ilegal.Sin embargo, el analista concedió el beneficio de la duda de que Chávez haya confundido la hoja de coca que se mastica, un uso legítimo en Bolivia y Perú (aunque ilegal en Venezuela), con la pasta de coca, una sustancia comúnmente conocida como basuco o pitillo en Suramérica, que es altamente adictiva.
No es la primera vez que Chávez enaltece las propiedades de la hoja de coca. De hecho, durante una visita a una cocina comunal en el oeste de Caracas a principios del 2006 junto al presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, el jefe de Estado mencionó la idea de usar los hornos comunales para cocinar pan con harina a base de hoja de coca, utilizando incluso polvo de coca para hornear.
“Pudiéramos intentarlo aquí dentro de ese esfuerzo por, bueno, quitarle la satanización a ese producto que nuestros indígenas desde hace siglos están produciendo”, indicó Chávez.
A principios del 2007, Venezuela firmó un convenio para comprar 4,000 toneladas de hoja de coca a Bolivia, como una forma particular de combatir la producción de cocaína, y utilizar la materia prima para fabricar productos medicinales y alimenticios a escala industrial.
Caracas realizó un primer desembolso de $500,000, pero el proyecto se mantiene suspendido en buena medida por las implicaciones legales internacionales.“Venezuela es signataria de la Convención de Viena de 1961, la cual regula todo lo que tiene que ver con estupefacientes, y entre estos aparecen los arbustos de coca”, dijo Mildred Camero, ex juez venezolana y ex presidenta del Consejo Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas (Conacuid).
“En la lista de estupefacientes figuran algunos que pudiesen ser utilizados para fines científicos y médicos, pero la hoja de coca, que tiene un alto porcentaje de alcaloide, fue prohibida”, precisó Camero en una entrevista.Según estudios oficiales de la ONU, la hoja de coca contiene un 0.7 por ciento de pureza del alcaloide, y sus efectos pueden sentirse en poco más de 10 minutos después de masticarse, y prolongarse hasta por hora y media, básicamente reduciendo la fatiga y aumentando la sensación de energía.
Aunque la hoja de coca posee caracteristicas alimenticias y medicinales, “su componente principal es un alcaloide, la cocaína”, y puede resultar “dañina” si se incorpora en la dieta diaria, explicó Nancy Siles, experta en bioquímica del Colegio de Bioquímica y Farmacia de Bolivia, en un estudio reciente.
“La hoja de coca es una sustancia controlada porque se le considera la materia prima para la droga que se conoce como cocaína en sus diversas modalidades”, dijo Carlos Sánchez-Berzaín, ex ministro del interior de Bolivia que reside en Miami.
Aunque según las leyes bolivianas el suministro de hoja de coca que el presidente Evo Morales hace a su homólogo venezolano es legal en territorio boliviano, “debe explicar los envíos que hace al presidente Chávez”, dijo Sánchez-Berzaín.
“Si Chávez recibe la coca, el gobierno (boliviano) debería explicar cómo es que manda la coca, cuánto le manda, con qué frecuencia, el peso, en qué tipo de envase, porque es una sustancia controlada y el gobierno tiene la obligación de ser fiscalizado”.ocasto@herald.com