"Se trata de una red que apoya, que es contacto, que auxilia a las FARC, donde se intercambia la droga por armas, entre otras fusiles AK-47, por equipos de comunicaciones como teléfonos satelitales", informó el fiscal general, Mario Iguarán, en conferencia de prensa.
La detención se realizó durante una acción contra la red logística de uno de los frentes de esa guerrilla, en el marco de la "Operación Alianza", que se inició en 2004.
Los nueve reclamados por Estados Unidos están solicitados "por los delitos de apoyo a grupos terroristas y conspiración para toma de rehenes estadounidenses", señaló la Fiscalía General de Colombia.
Iguarán dijo que es la primera vez que Estados Unidos solicita la extradición de personas por apoyar a grupos "terroristas", en este caso, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Operación conjunta
La redada fue realizada conjuntamente por el ejército, la fiscalía, la central de inteligencia y la policía de Colombia, y contó con el apoyo de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Iguarán destacó que la red, ahora desmantelada, financiaba la compra de suministros a los rebeldes con operaciones de narcotráfico a Estados Unidos.
Según la investigación, la droga era enviada a ese país por rutas que pasaban por Brasil, Venezuela y Surinam.
Las autoridades colombianas establecieron que, con el dinero obtenido, la red compraba material de intendencia, equipos médicos y de comunicación, armas y computadoras.
Iguarán aseguró que la red de apoyo también suministraba medicamentos para atender a los guerrilleros de las FARC.
La organización mantiene secuestrados desde hace cinco años a tres estadounidenses contratistas del Departamento de Defensa.
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