No se puede esperar otra cosa de una persona que hable tanto, como el teniente coronel, sino que vaya metiendo la lengua a cada paso y si sólo fuese eso, fuera poco, sino que ha ido metiendo al país por caminos extraños y senderos escabrosos, que los venezolanos nunca hemos transitado.Es evidente que el teniente coronel actúa como uno más del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. No obstante, una vez que visitó Cartagena de Indias (Colombia), juró por su madre y por Dios, que él no apoyaba, ni apoyó, ni apoyaría de modo alguno un movimiento terrorista como las Farc.
Pero, una vez liberadas las dos personas de las 700 que tiene en su poder la narco-guerrilla de las Farc, él mismo, con la investidura presidencial, en el podio de la Asamblea Nacional, pidió que las naciones del mundo sacaran a este grupo de la lista negra de organizaciones terroristas.
No pasaron 15 días, cuando la Asamblea Nacional, que desde hace años perdió la brújula y no atiende a los intereses de la Nación, sino a los del presidente, aprobó darle a la narco-guerrilla de las Farc el estatus políticos que el teniente coronel pide al resto de las naciones del mundo.
Eso significa, creo yo, que dentro de poco Marulanda enviará un grupo de embajadores y comisiones de trabajo, para que se sienten de tú a tú con las autoridades venezolanas. Significa también que dentro de Venezuela, los narco-guerrilleros, andarán como Pedro por su casa, porque a la final, sienten que Chávez los consiente más que Tiro Fijo, porque son de los mismos.
Pero estos hechos, han metido al presidente Chávez en un hueco y terminó estrangulándose con el mismo lazo que iba a utilizar para ahorcar a Uribe. El teniente coronel ahora no es apto para ser intermediario entre Colombia y las Farc, sencillamente porque es parcial, porque actúa como uno del secretariado de este grupo narco-terrorista y de ninguna manera defendería los intereses de Colombia y de los colombianos.
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