Compañeros venezolanos, amantes de la democracia y de las leyes, ya no hay dudas de lo que pretende el presidente Chávez, junto a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, si el resultado de las elecciones presidenciales del 2012 le resulta adverso, como de hecho va a resultar: asaltar el poder por la fuerza.
De tantas cosas que han dicho y han hecho en estos 11 años de mal gobierno, esta es una que nos eriza la piel, porque el Comandante no tiene intenciones de entregar el poder a nadie, excepto que el ganador sea él.
Causa extrañeza que estén diciendo estas cosas a dos años de las próximas elecciones. El primero que mostró la carta fue el presidente Chávez cuando dijo que las FANB no se quedarían con los brazos cruzados si él llegara a perder las elecciones, instándolos a un golpe de Estado. Falta grave para un presidente que es Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, pero por la ostentación del poder se hacen muchas cosas.
El segundo que lo secundó fue el General Henry Rangel Silva, actualmente el jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO) de Venezuela. Este General, junto a Hugo Carvajal Barrios y el exministro Ramón Rodríguez Chacín, fueron puestos en una lista especial por los Estados Unidos en septiembre del 2008, por su cooperación con el tráfico de drogas llevado a cabo por las FARC de Colombia.
El panorama que tenemos en el horizonte se vislumbra obscuro y dado por sentado que la Fuerza Democrática gane las elecciones del 2012, otra cosa será acceder al poder, porque ya lo han dicho, no lo entregarán. Pero peores dictaduras han existido en el mundo y la fuerza de la libertad siempre ha triunfado.