domingo, 3 de junio de 2007

Despierta en Venezuela la fuerza dormida: los estudiantes

En lo momentos cruciales que ha vivido la República de Venezuela, ahora Bolivariana, han sido los estudiantes los que han marcado la pauta para rechazar las imposiciones que coartan los derechos humanos fundamentales.

Hay una razón fundamental para que sea este sector y no otro, el que lleve adelante su lucha en contra de las imposiciones de tipo castro-comunista del teniente coronel: los estudiantes son la clase pensante de toda nación, son la gente que está al día con las nuevas filosofías y modos de pensar del mundo conteporáneo y es la gente que, por haber estudiado, está al día con la historia, sobre todo de tristeza y desolación de los países que una vez intentaron un perfil político marxista, como la ex Unión Soviética, algunos países del Este de Europa y el lamentable espejo de Cuba.


En una cosa deben estar claros los dirigentes estudiantiles: el gobierno del presidente Chávez hará caso omiso de las demandas que plantean, pe
ro lo bueno de todo, es que la lucha está planteada en la calle y aunque no se logren muchas cosas ahora, la lucha de calle, decente, cívica, de altura, debe continuar, porque se va a necesitar para futuras medidas que el teniente coronel tiene en el tintero y que sin duda cambiarán el modo de vida del venezolano promedio.

Lo que ellos llaman "La profundización de la revolución" viene y el cierre de RCTV es una muestra. Ya vendrá el cierre de Globovisión, como lo ha sentenciado ayer el presidente en un mitín político de calle, incluso, antes de la finalización de la concesión del canal.


El camino que ha escogido el jefe de la revolución castro-comunista, para hacerle frente a las protestas, es la desacreditación del sector estudiantil, tildándolo de rebaño manipulado por la oligarquía venezolana y por el Imperio Norteamericano, pero esto no funciona con la gente que piensa y que sabe lo que quiere para su país. ¡Adelante juventud pensante!

Fotos bajas cortesía de BBC Mundo
Foto superior cortesía de El Nuevo Herald

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