Después de haber secado cientos de pozos alrededor del planeta; después de haber creado guerras sin sentido; después de haber invadido a Kuwait y a Irak y a Afganistán; después de contabilizar sus reservas petroleras reales y encontrarlas fallas; después de estudiar la posesión de los grandes yacimientos de crudo en el orbe; los Estados Unidos de América, ha decidido perforar su propio suelo en busca de algún tipo de energía, ya sea petróleo o gas natural.
"Pero América tiene una insaciable sed de energía" (but America has an insatiable thirst for energy), dice el editorial del Washington Post hoy. Como el gasto de combustibles en los Estados Unidos es tan grande, el Imperio necesita abastecerse a cualquier precio, pero antes, desde los albores del siglo pasado, comenzaron por exprimir a todos los países que tenían crudo, a costa de lo que fuera; ahora le toca al suelo norteamericano, el cual, sin duda, sufrirá el impacto de las exploraciones y explotaciones y derrames constantes (casi inevitables) y sentirán en carne propia lo que han hecho padecer a millones de personas en el orbe.
Dice el editorial que el Departamento del Interior, en su plan de cinco años, de su programa a desarrollar en la Plataforma Continental en busca de petróleo y gas natural, se propone expandir las áreas disponibles para la explotación y eso incluye territorios de Alaska, el Golfo de México (donde casualmente Cuba acaba de descubrir grandes yacimientos de petróleo) y, por supuesto, Virginia.
De acuerdo al Departamento del Interior, unos 2.9 millones de acres (un acre es igual a 4.046.9 metros cuadrados), ubicados en la plataforma continental, fuera de tierra firme, se estima que posean unos 56 millones de barriles de petróleo y unos 327 millones de pies cúbicos de gas natural.
El influyente periódico financiero The Wall Street Journal on line se hizo eco de la información y reseñó: "La administración Bush ha introducido un nuevo plan para las explotaciones petroleras y de gas natural fuera de la costa, el cual ha sido vendido como 'la mayor iniciativa'. Predecible lo suficiente, los ambientalistas están histéricos. Pero no es difícil decir acerca de qué es el escándalo".
Al Departamento del Interior le es requerido cada cinco años, mostrar sus planes para el desarrollo de la energía nacional en la placa continental. El nuevo programa del Departamento recomienda abrir unos 48 millones de acres adicionales para perforar, incluyendo doce sitios en el Golfo de México, ocho lugares en aguas de Alaska y una área a unas 50 millas de las costas de Virginia.
La desesperación del Imperio es grande y así mismo el peligro mundial es grande, porque el águila tiene sed de crudo y en manos de quien está la principal potencia mundial, cualquier cosa es posible en los países que poseen ese rico mineral y que el Imperio, por razones ideológicas, no está en su pleno control.
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