Ubicada a las puertas del Atlántico y con una porosa frontera, Venezuela se convirtió en lugar de tránsito de cocaína hacia mercados internacionales, según la ONG International Crisis Group, que atribuyó además el fenómeno a la corrupción y a una ineficaz vigilancia estatal. “Venezuela se ha convertido en un lugar de transbordo del transporte de cocaína hacia los mercados internacionales”, especialmente Europa y Estados Unidos, dijo el miércoles el director para América Latina de International Crisis Group, Javier Ciurlizza.
“Es un fenómeno que ha ocurrido en los últimos cuatro años y ha aumentado de una manera geométrica”, agregó el investigador al presentar un estudio sobre la violencia en Venezuela, que recoge decenas de entrevistas y estudios de campo en Caracas y los estados fronterizos. Pese a no ser un país cultivador de hoja de coca ni un productor de droga, Venezuela, al norte de Suramérica y con salida al océano Atlántico, tendría condiciones favorables para ser una ruta del tráfico de drogas como cocaína y marihuana, explicó Ciurlizza, en un encuentro con la prensa en Caracas.