Cuando en 2007 se descubrió la existencia de miles de personas que habían sido forzadas a trabajar como esclavos en fábricas de ladrillos en varias provincias del centro de China, una ola de indignación recorrió el país y las autoridades lanzaron una campaña para erradicar el problema. Con un éxito relativo.
Desde entonces, han surgido esporádicamente casos de esclavitud laboral en diferentes lugares de China y la situación dista mucho de haber sido resuelta como prueba un nuevo escándalo que ha salido a la luz esta semana. La policía liberó el domingo pasado a 30 personas con discapacidades mentales y motoras que trabajaban en condiciones infrahumanas en hornos de ladrillos ilegales en la provincia central de Henan, según ha informado la prensa china. Vea otros casos de esclavitud en China.