La Asamblea Legislativa, controlada por el presidente Evo Morales, ha aprobado una nueva ley de telecomunicaciones que deja en manos del Estado, los indígenas y los movimientos sociales, el control de dos tercios de los medios audiovisuales del país.
El sector privado y comercial dominaba el espectro electromagnético con más del 90 por ciento de las licencias de funcionamiento, pero con la nueva ley, reducirá su participación al 33 por ciento. El estado tendrá 33 por ciento de las frecuencias, los pueblos indígenas accederán al 17 por ciento y los movimientos sociales o sindicatos el otro 17 por ciento.
Los opositores y las radioemisoras privadas creen que el gobierno de Evo Morales terminará controlando el 67 por ciento de las frecuencias porque, sostienen, los indígenas y los sindicatos son afines al Gobierno. Además, aseguran que, como carecen de recursos, sólo podrán montar medios de comunicación con dinero y control estatal.