"La magnífica postal de la plaza Yemaa el Fnaa", el centro turístico de Marraquech, "esconde unas tinieblas donde encallan los malditos del régimen", escribe la periodista marroquí Zineb el Rhazaoui. Entre esos "malditos", a escasos metros de los encantadores de serpientes y de las mujeres que dibujan en la piel del turista tatuajes con henna, estuvo hace unos meses una joven izquierdista, Ilham Hasnouni, de 21 años, a la que Rhazaoui describe como "la más joven presa política de Marruecos".
Hasnouni pasó en octubre 48 horas en los sótanos de la comisaría de la más célebre plaza del país antes de ingresar en la cárcel de mujeres de Boulmharez en Marraquech. Si no se vuelve a aplazar será juzgada este martes por la veintena de cargos que ha presentado la fiscalía contra ella. En teoría puede ser condenada a cadena perpetua.