
Los precios son similares a los que se pueden encontrar en tiendas de la multinacional de equipos electrónicos y software en Estados Unidos, asegura vía email esta bloguera que firma como Bird, aunque no aclara si los productos que se venden allí son realmente originales. "Los productos están totalmente accesibles para el cliente en las habituales y largas mesas de madera, y hasta no falta la típica escalera de caracol", cuenta la joven en el post titulado Are you listening, Steve Jobs? (¿Te estás enterando, Steve Jobs?), pregunta que dirige al fundador de Apple. Pero el local deja al descubierto algunos detalles que no han sido cuidados con tanto esmero y que no engañarían a los más frikis. Las verdaderas tiendas Apple no disponen del cartel con las palabras Apple Store que puede leerse en la fachada del establecimiento, dice. En su lugar aparece solo el logo de la manzana.
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