Ilustración de Christianity Today. |
Por Alirio J. Leal
La pandemia llegó como un huracán. Al principio veíamos imágenes de algo muy distante, de algo que pasaba al otro lado del mundo y que afectaba a otros, que estaban del otro lado del mundo, hasta que el Covid-19 tocó a nuestras propias puertas, en nuestros remotos pueblos de nuestros distantes países y nos dimos cuenta que "esas cosas distantes" comenzaron a hacerse "cercanas". Así el virus llegó a la iglesia también.