El presidente Nicolás Maduro está recompensando a las iglesias evangélicas que lo apoyan con fondos gubernamentales para la renovación de sus edificios. El Consejo Evangélico de Venezuela, miembro de la Alianza Evangélica Mundial, emitió un comunicado en el que criticó el quid pro quo y se distanció del Movimiento Evangélico Cristiano de Venezuela, grupo que se ha aliado estrechamente con Maduro. «Nos oponemos a que las actividades de culto se pongan al servicio de la visibilidad de funcionarios o representantes públicos», dijo el Consejo. «El alma evangélica no está a la venta. Ya fue comprada a un precio infinito». Cuatro pastores evangélicos se encontraban entre las 1800 personas detenidas por la policía durante el ataque que tuvo lugar en la capital de Brasil el 8 de enero de este año, en la que los manifestantes afirmaron sin pruebas que la estrecha derrota electoral del presidente Jair Bolsonaro había sido un fraude, y exigieron a las fuerzas militares que destituyeran al recién elegido Luiz Inácio Lula da Silva. Videos en las redes sociales mostraban a algunos manifestantes orando, cantando himnos y gritando: «¡Brasil pertenece al Señor Jesús!». Según una encuesta, el 64 % de los evangélicos brasileños apoyan un golpe militar.
lunes, 3 de abril de 2023
«El alma evangélica no está a la venta» RESPONDE el Consejo Evangélico de Venezuela a Nicolás Maduro
El presidente Nicolás Maduro está recompensando a las iglesias evangélicas que lo apoyan con fondos gubernamentales para la renovación de sus edificios. El Consejo Evangélico de Venezuela, miembro de la Alianza Evangélica Mundial, emitió un comunicado en el que criticó el quid pro quo y se distanció del Movimiento Evangélico Cristiano de Venezuela, grupo que se ha aliado estrechamente con Maduro. «Nos oponemos a que las actividades de culto se pongan al servicio de la visibilidad de funcionarios o representantes públicos», dijo el Consejo. «El alma evangélica no está a la venta. Ya fue comprada a un precio infinito». Cuatro pastores evangélicos se encontraban entre las 1800 personas detenidas por la policía durante el ataque que tuvo lugar en la capital de Brasil el 8 de enero de este año, en la que los manifestantes afirmaron sin pruebas que la estrecha derrota electoral del presidente Jair Bolsonaro había sido un fraude, y exigieron a las fuerzas militares que destituyeran al recién elegido Luiz Inácio Lula da Silva. Videos en las redes sociales mostraban a algunos manifestantes orando, cantando himnos y gritando: «¡Brasil pertenece al Señor Jesús!». Según una encuesta, el 64 % de los evangélicos brasileños apoyan un golpe militar.
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