En 1926 se produjo la creación, en el Código Penal de la Unión Soviética, de la categoría Enemigo del pueblo. El primer código penal comunista había sido creado en 1922. Estaba estructurado en dos libros: el primero, que contenía la exposición general de principios, y el segundo, la parte Especial, que detallaba la cuestión de los delitos y las penas. Este código, y los que le sucedieron en 1924 y 1926, fueron justificados como instrumentos asociados a la Nueva Política Económica —el capitalismo de Estado establecido por Lenin en 1921—, derogada en 1928 tras su estruendoso fracaso, para dar paso a los planes quinquenales de Stalin (también de criminales resultados).En 1924 fueron publicados los “Principios generales de la legislación penal de la Unión Soviética”. El de 1926 es un ejercicio de radicalización con respecto a sus precedentes. Clasificaba a los enemigos del pueblo en dos grandes ramas: traidores y saboteadores. Introducía nociones como ‘peligrosidad’ (convertía a la totalidad de los habitantes de la URSS en sospechosos), y ‘medida de defensa social’ (justificaba cualquier acción represiva por parte del Estado). El Artículo 58 autorizaba todas las prácticas posibles del horror: definía qué es una actividad contrarrevolucionaria, y desgranaba, hasta la paranoia, las múltiples y posibles prácticas en las que podían incurrir los enemigos de la revolución.
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