Mediocridad y Revolución II

"No importa que andemos desnudos, no importa que no tengamos ni para comer, aquí de lo que se trata es de salvar la Revolución". Presidente Hugo R. Chávez F.

En el artículo de ayer, cuando hablábamos de Mediocridad y Revolución I, sólo nos referimos al sector que usualmente va destrás del líder, como un rebaño de ovejas; que repite lo que dice el líder; que se viste del color que indica el líder y que muchas veces, a ciegas, hace lo que dice el líder.

Pero permítanme desilucionarlos. Hoy quiero hablar del líder. Que de paso, digo yo, harían bien en imitar, porque no hay duda de que se da la dolce vita, mientras con descaro le dice a la nación que es malo ser rico; o que se bañen en cinco minutos para ahorrar agua, o que se alumbren con velas para ahorrar energía.

Sin ambargo, con todo y esas palabras bonitas, según el presupuesto del 2010, la partida destinada al Despacho Presidencial aumentó 600 %. Es la partida más alta, después de los gastos militares en detrimento, por supuesto, de todas las carteras de interés social.

"Desde 1999 hasta 2007 --dice Berrizbeitia de Transparencia Venezuela--, los gastos del Presidente en viajes han ido subiendo aceleradamente. Estuvo fuera del país 402 días y 780 horas de vuelo. Visitó 176 países, un poco más de los que Juan Pablo II visitó durante su pontificado. Las horas de vuelo en el llamado “Camastrón” significaron 12.500 dólares cada hora de vuelo. 160 horas de vuelo fue un gasto de 2 millones de dólares aproximadamente. En el Airbus --que costó 70 millones de dólares-- la hora de vuelo cuesta 30 mil dólares, es decir, 678 horas de vuelo son un gasto de $20.340.678 (87.500 millones de bolívares fuertes) o millardos de los anteriores al tipo de cambio oficial de Bs.F 4.30 por dólar".

"Para este período, en hoteles el jefe de Estado tuvo un gasto de $4.500 diarios: 402 días significan aproximadamente $1.809.000. En viáticos (hotel y seguridad presidencial) $1.000 diarios cada persona: 16 personas los 402 días implican $7.075.200 en gastos. En bolívares: algo más de 30 millones a la paridad regulada".

Al presidente Chávez le gusta vestir bien, viajar cómodo y usar artículos de lujo que muchos de los que él fustiga como oligarcas desearían tener. Ochoa Antich comenta sobre una reciente adquisición presidencial: un reloj Aeternitas de la marca ginebrina Franck Müller, valorado en 170.000 francos suizos, lo que significa aproximadamente 400.000 bolívares (400 millones de los de antes).

Ya es sabido el gusto del señor presidente por la alta costura italiana. Las buenas corbatas. Los trajes hechos a la medida y de las mejores telas. Los buenos perfumes y productos de tocador. ¿Y a quién no le gusta esto? a todos nos gustaría tener para vivir así y no se lo criticamos al presidente, lo que exigimos es honestidad, que sus palabras concuerden con sus hechos, nada más eso. Yo no puedo pregonar una vida de Mahatma Gandhi y vivir como un emperador romano.

Esa disociación entre lo que se dice y lo que se hace, se llama corrupción del alma, el grado más bajo de corrupción moral. El presidente Chávez es su peor enemigo. Nadie va a tumbar al presidente Chávez, él se va a caer solito por sus excesos.

Como vive el presidente vivieron dictadores de la talla de José Leonidas Trujillo (República Dominicana), Adolf Hitler (Alemania), J. Stalin (Rusia), Idi Amin (Uganda), Ferdinand Marcos (Filipinas) y no menciono a Fidel Castro, no porque no lo considere un dictador, sino porque entre todo, por lo que se sabe, ha tratado de vivir austeramente.