El zuliano ha sabido adaptarse siempre a las circunstancias y a enfrentar las adversidades con humor.
Por ejemplo, en los días en que se produjo el cese de transmisión de RCTV para dar paso a la nueva televisora propagandística del gobierno de Hugo Chávez, al malestar de gripe o fiebre lo llamaron rápidamente teves, por aquello de te ves mal, te ves desencajado, te ves sin apetito, etc.
Pero como en el país suceden tantas cosas, unas detrás de otras, para que la gente se olvide de los verdaderos problemas de fondo, como la pérdida de la libertad y la confiscación de bienes, entre otras cosas, a la gripe dejaron de llamarla teves y le pusieron el nombre de "el maletinazo".
Algunas personas que habitan en el segundo estado más importante de Venezuela se preguntan por qué la gripe se llama ahora así. Pues muy sencillo, porque para curarse la gripe hay que llevarse un maletín de reales para la farmacia porque las medicinas están muy caras.
Y ¿qué tiene qué ver Antonini con las medicinas?, se preguntan los curiosos. Y de nuevo sale al tapete el ingenio popular: "Lo que pasa es que la vaina está muy jodini y la plata no alcanza para un coñini. Y la verdad es que no hallo cómo hacer porque estoy mamandini".
Y ahora, con la polémica y nueva constitución del teniente coronel a la gripe la han dado por llamar "la reforma". Hay que ver. Algunos dicen que se han curado de la gripe en bloque. Es decir, de un solo viaje. Como quiere Chávez que aprueben su proyecto de perpetuación en el poder.
Otros señalan que han tomado de todo y nada. Todavía siguen griposos. Han optado por curarse poco a poco, como si votaran artículo por artículo. Lo cierto del caso es que el zuliano drena sus angustias y desesperanzas a través de sus propias ocurrencias y jocosidades.
Y no podría ser de otra manera, porque si le para a todo ese bombardeo ideológico del gobierno rojo rojito y se toma a pecho las solemnes declaraciones de Pedro Carreño, la inefable Cilia Flores y el repetitivo Willian Lara, lo menos que puede pasarle es que vaya directo al psiquiatra, con el riesgo de que se equivoque de galeno y se encuentre con Jorge Rodríguez, experto en cuestiones de la psiquis y del funcionamiento de las máquinas capta huellas, capaces de garantizar recompensas a sus fieles defensores. Como una vicepresidencia, por ejemplo. Ahhhhh chisssss.
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