Dicen los chinos, quienes inventaron casi todo lo que existe, miles de años antes de que nosotros existiésemos, que una imagen vale más que mil palabras y como, a veces, solemos cansarnos de tanta palabrería, he aquí algunas imágenes del paraíso perdido, encontrado por el barbas del Caribe, el dictador Fidel Castro.
Este es "el mar de felicidad" cubano que el teniente coronel tiene en su mente y hacia donde quiere llevar a los venezolanos. Les ruego que analicen cada fotografía, cada detalle, cada rostro, la carestía, la angustia de las personas reflejada en sus caras, el deterioro de las cosas, el peladal de los anaqueles de los negocios del gobierno y, sobre todo, miren los coches que circulan en La Habana.
La única conclusión a la cual nos llevan las imágenes del gobierno Castro-Comunista de La Habana es: pobreza, tristeza, abandono, carencias, atraso.
Pero lo peor no es eso, sino el tener que calarse esa situación porque no es fácil salir de Cuba a un país libre y a los que osan hacerlo, por la vía más expedita, desertar de alguna delegación deportiva o preparar una cámara de neumático y lanzarse al mar, a pelear con los otros tiburones, irracionales también.
Las fotografías son una cortesía de El Nuevo Herald de Miami
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