La matriz de opinión, bien elaborada, que ha desplegado el gobierno del teniente coronel en Venezuela está clara, si disientes, conspiras; si piensas distinto a como ellos se supone que piensan, eres enemigo del régimen; si apoyas las iniciativas democráticas de cualquier grupo en pro de la defensa de los derechos individuales, eres pro-americano; si no dices amén a todo lo que el gobierno hace y no haces las reverencias debidas al "mesías", eres contrarrevolucionario.
Este callejón sin salida por donde el chavismo quiere meter a los opositores al régimen, cierra todos los espacios de diálogo, atenta contra la libertad de expresión del individuo y estereotipa a priori toda buena intención en la búsqueda de espacios que sean cónsonos con una democracia, como dice el teniente coronel que existe en el país.
Algunos de ellos han llegado al extremo de acusar, sin tener pruebas, porque lo han hecho con quien dirige este espacio digital, de estar siendo financiados por la derecha norteamericana. Lo que sucede es que como el chavismo piensa como rebaño, no conciben que nadie piense diferente, porque presuponen que quien piense así, tiene que tener un "apuntador" en la oreja que le esté diciendo lo que tiene que hacer o decir.
¿Cuál es el objetivo de esta táctica? ¿Qué persigue el régimen al estigmatizar, a priori, a cualquiera que reclame sus derechos? Simplemente infundir el miedo en la población, echar a volar fantasmas, productos de las elucubraciones trasnochadas de los ideólogos del régimen.
Los comunistas cubanos, quienes han estado asesorando al teniente coronel desde el principio, son especialistas en estas matrices de opinión, básicamente en contra de los Estados Unidos, que le ha servido de maravilla durante estos 50 años de dictadura para disfrazar las carencias de un régimen que adolece de lo más elemental.
Por 50 años el régimen comunista de la Habana ha mantenido asustada a la población con el cuento de que "nos invaden los norteamericanos". Y el otro cuento es que, todas las carencias de comida, medicinas, transporte decente en Cuba, se debe al "embargo norteamericano", como si no existieran más países con los cuales negociar.
Todos los males del sistema anacrónico comunista cubano --dicen los voceros del régimen--, se deben al imperio norteamericano, porque nunca van a decir que el responsable es, por una parte, la incapacidad del sistema autoritario para proveer un nivel de vida decente a la población y por la otra, reconocer que el sistema comunista es una aberración en la mente de los hombres, pero que no funciona como sistema político, para muestra: la ex Alemania comunista, la extinta Unión Soviética, Corea del Norte, Cuba y China.
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