jueves, 26 de abril de 2007
La violencia doméstica: una epidemia en España
Ayer nos enteramos con qué saña un hombre español descuartizó a una linda joven venezolana, la metió en una maleta y la tiró a la vereda de un camino. Por seis meses no se supo nada de la inmigrante maracucha, hasta que alguien, como siempre pasa, encontró la maleta, dio parte a la policía y reconocieron a la víctima por una pulsera que llevaba. El victimario, tan cobarde que se suicidó cuando fue detenido.
¿Les parece conocida esta historia? Pues algo semejante pasa todos los días en la península Ibérica, a lo mejor no con tanta crueldad, pero sí con los elementos necesarios para que las autoridades lo enmarquen dentro de lo que aquí en España se llama "violencia de género".
Hoy el diario El País nos da cuenta de esta epidemia en España: "Policía y Guardia Civil detuvieron el año pasado en España a 45.296 hombres por violencia de género; esto es, un detenido cada 12 minutos y, en total, casi tantos como habitantes tiene la ciudad de Huesca, por ejemplo. Los datos del Ministerio del Interior conocidos ayer por este periódico revelan que una de cada 10 detenciones por infracción penal se relacionan con la violencia contra la mujer. Estas cifras atizan la polémica abierta en el ámbito judicial y entre grupos feministas".
Como notan, la violencia doméstica en España va siempre en una dirección: de hombre a mujer. Pero ahondando un poquito más en las raíces del problema, podemos señalar dos elementos muy importantes: la cultura judeo-cristiana occidental, que es marcadamente machista y la cultura musulmana, extremadamente machista.
Los antiguos hebreos ni siquiera nombraban a las niñas que nacían en el seno familiar. No encontramos sacerdotisas de Jehová en el Antiguo Testamento. Por el lado de la cultura musulmana, es tanta la sumisión de la mujer a los designios de los hombres, que es un rendimiento total a su voluntad.
Lo que he observado en España en cuanto a los hombres, es que en su mayoría suelen ser muy toscos, muy ordinarios en su trato con las mujeres, muy faltos de respeto dentro de la pareja. Habrá sus excepciones, pero en términos generales una mujer latinoamericana no encontrará en un español a un hombre romántico, que la trate con cariño y con consideración, al menos no después del noviazgo.
Cuando usted como mujer, se dé cuenta de que las discusiones en el seno familiar comienzan a subir de tono, que los manotones se entremezclan en la discusión, abra los ojos y a la primera levantada de mano, usted no lo dude, llame a la policía, porque desde el primer momento en que acepte una pegada, vendrán otras y cada vez peores, hasta terminar, en muchos casos, en asesinatos.
Para ampliar esta información, he aquí algunas páginas de la red y, por su puesto, si necesitas algún consejo de urgencia, puedes pinchar directamente esta noticia donde dice Comentarios y yo te contestaré el mensaje lo más antes que pueda:
http://www.guardiacivil.org/mujer/index.jsp
http://www.elmundo.es/documentos/2004/06/sociedad/malostratos/index.html
http://www.vidahumana.org/vidafam/violence/violence_index.html
http://www.maltratopsiquico.com/
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