Está moribundo, o mejor dicho, se fue y volvió, como el teniente coronel, pero ha sido el responsable directo de la supervivencia de las guerrillas colombianas durante estos cincuenta años que ha estado en el poder en Cuba, a donde llegó a través de la guerra de guerrillas y él sí que sabe de eso.
Cada vez que hay un caso de repercusiones internacionales fuertes, causado por el terrorismo narco-guerrillero, a donde van a parar los guerrilleros colombianos es a Cuba, donde, supongo yo, no me consta, no sólo se ofrece el territorio de la Isla para que puedan negociar en paz, por seguridad de los bandidos, sino que allí contarán con la última palabra del barbudo del Caribe.
Actualmente la guerrilla y las autoridades colombianas están en conversaciones de paz, pero en Cuba, que para Colombia es como ir a discutir en la casa del enemigo, porque los narco-guerrilleros consideran a Cuba como su "patria libre", yo diría más bien, su "patria-almohada".
Siendo que la guerrilla colombiana se desvirtuó ideológicamente, al dedicarse al secuestro y asesinato de objetivos no militares, así como a la comercialización de diversos tipos de drogas, cuyo tráfico dominan absolutamente en ciertas regiones de Colombia, no estoy de acuerdo en que un gobierno legalmente constituido, se siente a diologar de tú a tú con unos delincuentes que actúan fuera de todo parámetro legal, sólo utilizando como principal arma el terrorismo.
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