Resultó sospechosa, por decir lo menos, ver al teniente coronel declarando como criminales a los terroristas de La Piedrita, como si por primera vez se hubiese enterado de la existencia de los ultra izquierdistas, que operan impunemente en el país desde hace un buen tiempo.
No 0bstante, la realidad sobrepasa la imagen de oveja bobalicona que muestra el presidente, durantes estos días previos al referendo, donde él se juega el futuro: Uno, en la foto que acompaña a este artículo, vemos a La Piedrita movilizándose en vehículos militares. Dos, las bombas lacrimógenas que ha lanzado La Piedrita, tienen el sello de Cavim, que es la empresa de armamentos y municiones del Estado. Tres, los objetivos de La Piedrita, son los enemigos confesos del presidente Chávez y de su proyecto comunista. Cuatro, Lina Ron, aparece acompañando siempre a La Piedrita, incluso en las reuniones del Pusv y Chávez lo sabe.
El doble discurso del presidente lo presenta como un tonto que trata de engañar a una población que ya despertó. Otras veces el presidente se ha vestido de oveja, cuando los números no lo favorecen y cuando crece, se revela como lo que realmente es: como un demonio.
Remozado con nuevas caras y un discurso que se adapta a la actualidad, el movimiento estudiantil se convirtió nuevamente en uno de los mayores obstáculos para las pretensiones del presidente Hugo Chávez de consolidar la piedra angular de su proyecto político: la reelección presidencial ilimitada.
