Es tan estrecha la relación entre el presidente Chávez y el conglomerado de La Piedrita que, en vista de los ataques del teniente coronel, durante los últimos días, previos a la consulta de la enmienda, muchos de sus miembros se presentaron anoche en el palacio de Miraflores para hablar con el mandatario.
De seguro que el conglomerado de La Piedrita está desconcertado por el cambio en las señas del primer mandatario. Si por tantos años han sido tan colaboradores con la revolución, ¿cómo es que ahora arremete contra ellos y ordena la captura de Valentín Santana, su jefe máximo?
Por supuesto que en Venezuela nadie le cree al presidente que no sabía de la existencia del grupo terrorista, quienes darían la vida por Chávez. Lo que pasa es que, al momento de hacer un sacrificio, para tratar de engañar al electorado, a fin de que voten a favor de la enmienda, el presidente está dispuesto a quitar del camino a quien entorpezca sus aspiraciones de eternizarse en el poder.