Los cancilleres árabes afinaban este domingo en El Cairo un proyecto de sanciones contra Siria, que será sometido a una reunión plenaria para ratificarlo con la esperanza de hacer cesar la sangrienta represión de la revuelta contra el régimen de Bachar al Asad. El proyecto prevé congelar las transacciones comerciales con Siria y las cuentas bancarias del gobierno en los países árabes, la suspensión de vuelos entre esos países y Siria y la prohibición para los responsables sirios de viajar hacia los países árabes.
En caso de que dichas sanciones sean votadas, se tratará de las primeras de tal amplitud de parte de la Liga Arabe contra uno de sus miembros. Sin embargo, Damasco parece ignorar dichas reuniones, limitándose a acusar a los árabes de querer "internacionalizar" la crisis en Siria, donde la represión provocó el domingo la muerte de diez civiles y donde el aumento de ataques de desertores contra el ejército hace temer que estalle una guerra civil.