La empresa textil española Inditex, propietaria de la marca Zara, dijo que está reforzando los controles en su cadena de producción después de que se supiera que los trabajadores inmigrantes de un taller brasileño al que le compraba ropa estaban sometidos a condiciones denigrantes. Paulo Cabral, de BBC Brasil, visitó uno de los talleres textiles de Sao Paulo donde los trabajadores son explotados.
La habitación da claustrofobia. Está repleta de gente y de máquinas de coser. La combinación de instalaciones eléctricas improvisadas y pilas de tela por todas partes genera un grave riesgo de incendio, pero no hay extintores en el lugar. Es uno de los cientos de talleres de Sao Paulo que emplean a miles de trabajadores inmigrantes -la gran mayoría de Bolivia– para confeccionar ropa para el creciente mercado brasileño.