El secuestro del deportista venezolano, de 24 años, consterna al país y pone de relieve una situación de inseguridad que es un dolor de cabeza constante para el gobierno del presidente Hugo Chávez. Ramos, jugador de los Tigres de Aragua y de los Nacionales de Washington, fue raptado en la casa de sus padres en la ciudad de Valencia, al oeste de Caracas, a las 19.15 hora local del miércoles.
Cuatro hombres armados se lo llevaron en un vehículo que este jueves apareció abandonado. Los secuestradores aún no han contactado a la familia pero las autoridades aseguraron al mediodía de este jueves que Ramos, quien jugó este año su primera temporada completa en el béisbol de las Grandes Ligas, está con vida.