El 27 de febrero de 1976, siete hombres fuertemente armados tocaron la puerta de la quinta “Betchirro”, en Prados del Este, y con pañuelos empapados en éter adormecieron a William Niehous, a su esposa Donna y a la empleada del servicio doméstico. Luego arrastraron al empresario fuera de su casa y lo mantuvieron secuestrado por tres años y medio. Toda la escena ocurrió en presencia de sus hijos, Craig, Mark y David, quienes con su mamá se fueron de Venezuela al día siguiente del secuestro sin saber si dejaban a su padre vivo o muerto. Y con esa terrible incertidumbre estuvieron durante más de tres años y medio. Por Elizabeth Fuentes @fuenteseliz.