Stefan Borghardt, un periodista alemán de 28 años, denunció que la Policía le quitó su equipo y que fue golpeado durante horas por agentes de esa fuerza en Neuquén, en el sur del país, al intentar fotografiar los basureros a cielo abierto producidos por la actividad petrolera en el yacimiento de Vaca Muerta. El fotoperiodista alemán llegó al lugar para retratar los basureros porque está interesado en documentar el tratamiento de esos residuos industriales, que ya tiene incluso un capítulo penal iniciado por Greenpeace. Esa organización ecologista acusa a las empresas que operan en ese lugar de no cumplir con el cuidado ambiental de la zona.