Francisco es noticia continua. Acaba de sacudir los cimientos de la Iglesia con una entrevista que rompe moldes. En seis meses se metió al mundo y a la Iglesia católica en el bolsillo. En seis meses convirtió a una institución lastrada por las manzanas podridas del clero pederasta y por las intrigas de poder del Vatileaks, en un referente moral mundial. En seis meses devolvió a los católicos el orgullo de serlo. En seis meses reorientó el timón de la barca de Pedro y está haciendo pasar a la Iglesia de la condena a la ternura, de la pompa a la pobreza. Una Iglesia que predica y da trigo de la mano de un Papa con un nuevo estilo. En la forma y en el fondo.