Lo que el teniente coronel y sus aliados acuñaron con el nombre de "Revolución Bolivariana", que no es más que una burda implantación del castro-comunismo en nuestro suelo, no es ni revolución y mucho menos bolivariana y se los voy a demostrar. La mal llamada Revolución Bolivariana es un fraude a la población venezolana:
UN FRAUDE IDEOLOGICO
Es un fraude ideológico porque usar el nombre de Simón Bolívar para implantar una concepción marxista-leninisma, como el mismo Aguila Uno ha reconocido (programa Aló Presidente del 27 de marzo del 2005) es un mentís histórico.
Simón Bolívar en ningún momento fue marxista o convino con estas ideas filosóficas, sencillamente porque es un imposible histórico: cuando Carlos Marx nació (05/mayo/1818), Simón Bolívar (24/julio/1783) tenía 35 años de edad y estaba en plena campaña para libertar las naciones latinoamericanas del yugo español.
Simón Bolívar ha sido usado por la ideología marxista-leninisma para cimentar sus bases en Venezuela, porque los venezolanos, sin excepción somos bolivarianos, amamos a Simón Bolívar, amamos su grandeza, sin ser comunista y luchamos por reestrablecer sus ideales en el país.
El teniente coronel engaña a los tontos del país, mezclando algunas ideas de Bolívar con la chucuta y trasnochada ideología marxista-leninista, que ha sido un fracaso rotundo en todas las naciones donde se ha practicado como sistema político y para muestra estas naciones: el régimen cubano y algunos países del Este de Europa, así como Korea del Norte.
UN FRAUDE HISTORICO
Es muy fácil, pero no es honesto, decir cuatro cosas de Simón Bolívar y adosarle pensamientos y acciones que no tuvo y que no practicó, como lo hace el teniente coronel y muy a propósito, no es porque no lo sepa, porque cualquier militar de Venezuela de mediano conocimiento, sabe la trayectoria del Libertador.
Se nota que el público que se come los discursos kilométricos del teniente coronel no tienen el mayor grado de instrucción como para discernir comunismo de bolivarianismo. Son un montón de votos, pero que no piensan más allá de sus narices. Lo que sí es cierto es que representan la mayoría de la población venezolana. En la IV República, como dicen los chavista, represetaban el 80 por ciento de la población, ahora, en el sancocho castro-comunista, deben de ser un poquito más.
Quiero que quede claro: no hay manera de mezclar a Carlos Marx con Simón Bolívar. Nacieron y vivieron en épocas diferentes. Marx tenía 12 años cuando murió nuestro Libertador.
Simón Bolívar sólo ha sido una excusa en el pensamiento del teniente coronel para introducir los valores castro-comunistas, como también lo hiciera el barbas del Caribe con Martí cuando, para la desgracia de la población cubana, se sembró en la Isla, como si fuera su dueño.
Oliver Laufer dice en un artículo extenso que hemos publicado aquí mismo que: "Esto segundo sumamente cierto. El político abogado y escritor Bernardo Celis Parra afirmaba en su libro “Ideología Bolívar y los demás” que la doctrina que políticamente defendía el Libertador fue el liberalismo social: una mezcla de Rosseau, Locke, Hume y Montesquieu...".
Bien harían los seguidores del teniente coronel, para que comiencen a pensar, en investigar sobre estos personajes como Rosseau, Locke, Hume y Montesquieu. Bolívar defendió el Liberalismo Social y era un oligarca que puso toda su fortuna a disposición de la causa emancipadora. Era un blanquito de la clase acomodada de la Caracas de entonces.
UN FRAUDE MORAL
Si uno miente a conciencia y más, cuando lo que está en juego es un sistema político que, en caso de implantarse definitivamente, podría cambiar radicalmente el modo de vida de los venezolanos, esa persona es perversa, es diabólica y no es digna de crédito.
El piso de la Revolución Bolivariana es de barro. Están construyendo un edificio con unos cimientos históricos que no resisten el menor análisis histórico. Muchas serán las ganas del teniente coronel de mezclar a Bolívar con Marx y con Engels y deslizarse con propiedad por terrenos históricos que le permitan meterle en la mente a los venezolanos al Che Guevara o al dictador Fidel Castro, pero la historia no da para tanto.
Lo que hoy se llama Revolución Bolivariana es como una edificio en cuya base han puesto el nombre de SIMON BOLIVAR, pero de allí hacia arriba, cada ladrillo que han ido colocando corresponden a la filosofía marxista-leninista, pasando por el castro-comunismo y, paradójicamente, derivando hacia lo que se llamó el nacionalismo alemán, que dio pie a los desmanes de Hitler.
A los que creen en la sinceridad y en la honradez del teniente coronel, los invito a estudiar la historia, para que se den cuenta de que les están metiendo gato por liebre y que sepan que una persona así no es digna de crédito, porque en el fondo creen lo que Maquiavelo predicaba de que "el fin justifica los medios".
Un sistema político cuya base es el engaño histórico, está destinado al fracaso. Los venezolanos tienen que despertar por sí mismos, tienen que darse cuenta de que el Bolívar que predica el teniente coronel no es el mismo Simón Bolívar que nos libertó.
UN FRAUDE FACTUAL
Simón Bolívar creía y practicó la separación de poderes, que es lo contrario de lo que ha hecho el teniente coronel, que ha puesto todo el reino a sus pies y cualquiera que ose salirse de los verticales lineamientos, mejor le hubiera sido no haber nacido.
Todos los poderes en la Venezuela actual rinden cuentas al teniente coronel: desde la Asamblea Nacional, que no representa sino los intereses castro-comunistas, pasando por el Tribunal Supremo, por el Consejo Supremo Electoral, todos, están bajo los pies del autócrata.
Simón Bolívar se opuso rotundamente a perpetuarse en el poder, por más que se lo ofrecieron una y otra vez. Pero es que Bolívar era tan grande, que en una mente así no podía caber el reduccionismo de la dictadura. El teniente coronel quiere quedarse para siempre en Miraflores y todavía habla de Bolívar y de sus ideales.
La espada de Bolívar, el verdadero, el histórico, el Libertador, tiene que seguir blandiéndose en contra de aquellos que quieren confundir al pueblo con ideologías trasnochadas y quieren engañarlo haciéndole creer que la libertad que pregonan fue creída o practicada por el más grande hombre de América.
Bolívar era muy grande como para comer del plato del comunismo. Su mente era tan amplia que no podría haberse reducido con las ideas retardatarias de un sistema que no ha funcionado en ningún sitio y en ningún momento histórico.
El caballo libertario de Simón Bolívar cabalga desbocado en cada corazón que ha tenido el privilegio de haber nacido en Venezuela y este país seguirá siendo símbolo de libertad para el resto del mundo.