El propio Mariano Rajoy acudió, como es lógico, a la toma de posesión de Soraya Sáenz de Santamaría como vicepresidenta primera y única del Gobierno. También la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y media docena de los nuevos ministros. Toda una exhibición de poder y un mensaje. Rajoy ha depositado toda su confianza y la gran parcela de coordinación del nuevo poder popular en las manos de Sáenz de Santamaría, que ha nombrado directamente muchos cargos, impulsado y recomendado otros y diseñado la estructura del Gabinete. Sáenz de Santamaría asumirá por primera vez en la historia de la democracia desde la vicepresidencia primera la dirección del Centro Nacional de Inteligencia.