El es guardián de la tradición de Jesús. Porque la doctrina católica es una invención de teólogos. Cada época elabora su teología. Pero hay valores que marcan una ruptura. Es decir: aquí empieza algo nuevo. Y este Papa vive de esa ruptura. No es populista, no es nada. Él vive su profunda convicción como hombre religioso. Ya lo vivía como cardenal en Argentina fuera del palacio, utilizando los medios comunes, el bus y el metro, iba solo a las villas miseria.