Tras pasar tres noches en una celda de 12 metros cuadrados en la peligrosa prisión de Rikers Island de Nueva York, Dominique Strauss-Kahn preparará su juicio fuera de la cárcel.
Un juez neoyorquino le concedió este jueves la libertad bajo fianza después de imponerle unas condiciones durísimas: un millón de dólares en efectivo de fianza y un depósito bancario de cinco millones; la obligatoriedad de vivir, 24 horas al día y los siete días de la semana, con un brazalete electrónico y bajo la vigilancia permanente de un guardia armado que, además, pagará el propio Strauss-Kahn de su bolsillo.
De hecho, tras la vista, DSK volvió a la cárcel a pasar su última noche en prisión a fin de dar tiempo a los abogados y al fiscal para preparar todas las condiciones aceptadas.