"Fuera Bayer- Monsanto de Chile", se leía en pancartas en Santiago el pasado 19 de mayo, durante la protesta "Marcha contra Monsanto", que tuvo lugar en 30 ciudades del mundo en pro de una agricultura sin pesticidas y contra el uso de semillas genéticamente modificadas. Apenas unos días antes, el consorcio farmacéutico Bayer había sido condenado a pagar más de 2 mil millones de dólares a una pareja en Estados Unidos que argumentó haber enfermado cáncer debido al uso de Roundup, un herbicida desarrollado por la filial de Bayer, Monsanto.