El Gocho se fue a Cooperstown con sus corotos, gracias a ser el primer lanzador en la historia de Mets en lanzar un juego sin hits ni carreras. Por eso, parte de la indumentaria utilizada por el criollo en ese compromiso se fue al templo del béisbol, en Cooperstown, Nueva York: guante, zapatos, camiseta y gorra, entre otras cosas. Dentro de la historia del museo, siempre se ha estilado donar ese tipo de indumentarias para que se perpetúen y puedan ser disfrutadas por los aficionados del béisbol.