Cuando el sábado pasado agentes de la policía de República Dominicana, con el apoyo de agentes federales de EEUU, allanaron la mansión que ocupaba la familia del empresario venezolano prófugo Samark López, se encontraron con un botín de lujo: una costosa colección de relojes, un refinada cava de vino, dinero y automóviles.