Las autoridades rusas toman medidas para garantizar la seguridad del país en caso de que Washington no renueve el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START-3). El tratado se terminará en febrero de 2021. Rusia tiene la intención de aumentar el componente de aviación de sus Fuerzas Nucleares Estratégicas (SNF) y llevar estas armas más cerca de las fronteras de un enemigo potencial.