A pesar del riguroso control que aplica el gobierno chino a Internet, los rumores de un golpe de estado recorren desde hace dos días varios sitios, inclusive la red social local Weibo, que reemplaza a Twitter. Pekín no negó ni hizo comentarios al respecto, posiblemente para no seguir alentando los rumores, que inclusive alcanzaron a la prensa internacional. Los rumores crecieron porque a horas de haber empezado, el sitio Weibo bloqueó palabras como "disparos" y "bala". Joshua Rosenzweig, analista político de la Universidad China de Hong Kong, consideró que los "internautas chinos vivieron una dramática serie de eventos que excitaron la imaginación".