Jorge Utset y un grupo de expertos en computadoras trabajan afanosamente todos los fines de semana en una misión tan ingeniosa como arriesgada: expandir el flujo de la información libre de censura a Cuba mediante el envío de unidades USB, discos compactos y tarjetas de memorias SIM para teléfonos celulares. Cada unidad contiene un meticuloso y amplio “paquete” de más de una veintena de sitios electrónicos, blogs y portales de noticias en línea que las autoridades cubanas bloquean consistentemente en la isla con el propósito de frenar a las voces opositoras y seguir controlando con mano dura el monopolio de las noticias.