
Esta estratégica tarea creará las condiciones para llevar adelante el objetivo económico surgido al calor de los acuerdos del ALBA de incrementar la capacidad de procesamiento diario de 65 000 barriles (volumen actual) a 150 000. Las áreas que abarcarán las obras están situadas desde el norte de la actual refinería hasta el vial hacia la antigua Central Electronuclear.
Los trabajos contemplarán ocho terrazas, en cuyo espacio físico la cifra de metros cúbicos de tierra a desplazar podría alcanzar los cinco millones una vez finalizadas las labores, indicó Sánchez.