
El exdirector aseguró que los directivos de televisión no quieren al país. En su opinión, no son los demás canales el problema, sino que el problema está adentro.Declaró que la Ley de Responsabilidad no la cumple y reiteró que él es “rojo-rojito”, pero para hacerlo bien.
Denunció que algunos capítulos de telenovelas se pagaron tres meses más caros que lo acostumbrado en el mercado, que a dos asesores se les pagaba en dólares y ni siquiera podían ver por Internet la señal y que el 80% de la programación era extranjera.