
Los chinos, que hacen de la comida uno de los centros de su universo, llaman a esta situación de sobreexplotación chi ("comer") ku ("amargura"). El germen de este chi-ku fue el proceso de emigración masiva que acompañó la reforma de Deng Xiao Ping, saludada en Occidente como la fuente del milagro chino.
La reforma, iniciada poco después de la muerte de Mao Tse Tung en 1976 y acelerada en las décadas de los años 80 y 90, impulsó un desmantelamiento de empresas estatales, la desregulación del sector agrícola y la apertura al capital extranjero con una explosión de las llamadas joint-ventures.