El primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, rechazó ayer las acusaciones de incompetencia o complicidad por no haber descubierto que Osama bin Laden se escondía en su país.
En su primera comparecencia pública desde la operación que mató al terrorista, Gilani no explicó qué sabía su Gobierno del asunto, sino que se dedicó a exculpar a los servicios secretos (ISI), y a responsabilizar a EE UU de haber contribuido al nacimiento de Al Qaeda y violado la soberanía de su país. Además, en un nuevo signo del doble juego del que Washington acusa a Pakistán, el ISI parece haber filtrado el nombre del jefe de la CIA en Islamabad.
"Las alegaciones de complicidad o incompetencia son absurdas", dijo Gilani durante una intervención ante la Asamblea Nacional, transmitida en directo por la televisión. Era la primera comparecencia pública de un miembro del Gobierno desde que el pasado día 2 EE UU mató al hombre más buscado del mundo en una ciudad a dos horas en coche de la capital paquistaní.