China ha detenido al menos a una docena de jóvenes activistas, varios de ellos universitarios de élite, que han participado en actos públicos para defender los derechos de los trabajadores. Los arrestos parecen formar parte de una campaña contra el activismo de estudiantes que se definen a sí mismos como marxistas y defienden la adhesión a los principios comunistas: un grupo aún pequeño, pero que ha ido creciendo a lo largo de los últimos años.