
“No sería aceptable para el consejo de la OEA, ni para el consejo de ningún organismo internacional, que el secretario general fuerce la voluntad de un país miembro”, dijo Insulza desde su despacho en Washington al diario El Nuevo Herald.
“Yo estoy perfectamente dispuesto a ir, porque yo creo que estas cosas se resuelven conversando… pero no puedo ir a Venezuela si el gobierno venezolano no lo autoriza; ni yo, ni la Comisión de los Derechos Humanos”, añadió.