Con el propósito de intimidar a la población, el régimen ha comenzado a escanear los pasaportes de los periodistas y políticos que viajan a través del Aeropuerto de Maiquetía. Después del apagón del domingo, ordenó la detención de tres ingenieros, supuestamente acusados de saboteadores.
También mantiene presos a tres activistas del partido Un Nuevo Tiempo (del gobernador Rosales), acusados por la justicia militar y en tribunales militares de ser espías, porque estuvieron en un evento político del Pusv tomando fotografías para llevar la información a Un Nuevo Tiempo.
Lo último que hizo el gobierno del teniente coronel este lunes pasado, fue militarizar al estado Zulia (el estado que gobierna Rosales) para hacer una inspección rutinaria al parque de armas de la Policía del Estado (la PR), como si se tratara de un Estado independiente del resto del país.
Todas estas acciones intimidatorias del gobierno obedecen a un solo hecho: que en estas elecciones de novienbre 23, tampoco los comunistas podrán ponerle la mano al Estado más rico de Venezuela, puerto de la mayor parte de las exportaciones petroleras que hace el país y ante esa realidad, reflejada por las encuestadoras, el teniente coronel ha decidido patear la mesa para ver qué es lo que pasa.