Tras una misa en la que pidieron sanación, el presidente de la República Hugo Chávez, reflexionó sobre su salud y aseguró estar aferrado a la vida ante el combate de una enfermedad que "Es una verdadera amenaza que le marca el fin del camino físico a la gente". Entre lágrimas el mandatario exclamó "Dios dame vida, Cristo dame tu corona que yo sangro, pero dame vida, no me lleves todavía". "He llorado cuando sentía la mano de mi madre y de mi padre. Desde hace cuánto yo no sentía esto", dijo que sus familiares han sido su fortaleza.